En Agente Industrial ofrecemos Uniformes bordados de alta gama, sin embargo a pesar de todas sus ventajas, también tiene sus desventajas, permítenos enlistar estas desventajas y cómo solucionarlas, para que puedas conocer mejor tus uniformes bordados y como cuidarlos.

-No debe plancharse directamente
El calor directo de una plancha puede encoger o dañar el hilo del bordado.

Solución: Pero puedes poner una toalla o camiseta encima de tu bordado para poderlo planchar.

Puedes usar una plancha de vapor o puedes escoger uniformes en una tela que no necesite ser planchada.

-Colores planos.
Una maquina bordadora no puede realizar degradados, por lo que cada uno de los colores digitalizados deben ser tonos sólidos a seis colores máximo.

Solución: Un bien digitalizador o ponchador puede dar la ilusión de un degradado, pero lo ideal es crear una versión simplificada del logo en tonos sólidos. También puedes considerar el tono sobre tono, es decir si la prenda es azul, buscar un azul que resalte en ella. Muy elegante y limpio.

-Tamaño limitado
Cuando se trata de imágenes o textos muy elaborados no se tiene la misma definición que en una imagen digital o impresa.

Solución: Un buen digitalizado, legible y entendible de un logo complejo solo lo puede lograr un programador o ponchador experimentado.

Letras de medio centímetro en mayúsculas y fuentes sencillas como Arial o Verdana aún son legibles. Puedes simplificar tu logotipo o agrandarlo un poco, de igual modo, pide una muestra preliminar de cómo se vería tu bordado terminado antes de que se trabaje sobre tus prendas.

-No se puede bordar sobre bolsillos
No puede bordarse sobre la gran mayoría de los bolsillos de camisas o mandiles, a menos que no haya ningún impedimento con que esos bolsillos pasarán a ser bolsillos decorativos.

Solución: Puedes bordar parches térmicos y plancharlos sobre los bolsillos, esto es especialmente popular en los mandiles restauranteros, de igual modo puedes guardar unos cuantos y pegarlos en todo tipo de prendas en cualquier momento sin tener que recurrir a la bordadora por cada nueva pieza.